Cambio climático

 
El cambio climático se entiende como el cambio en los patrones usuales del clima, como consecuencia directa o indirecta, a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.

De acuerdo a información publicada por la NASA, se tiene evidencia científica que durante los últimos 250 años las actividades humanas, especialmente aquellas relacionadas con los procesos de industrialización, sobre los cuales se basa la vida moderna, han contribuido al calentamiento global. Estas actividades industriales han incrementado la cantidad de gases de efecto invernadero que se liberan hacia la atmósfera terrestre. La presencia de estos gases inhibe la habilidad de la atmósfera de devolver parte del calor que irradia el sol hacia el espacio, causando un llamado efecto invernadero que calienta nuestro planeta.

 

 

Vapor de Agua

El vapor de agua es el gas más abundante en la atmósfera y es el gas de retroalimentación más importante ya que a medida que se calienta incrementa el número de nubes y precipitación, lo que le da a la comunidad científica un indicador claro del estado de la atmósfera.

Dioxido de Carbono (CO2)

En circunstancias normales, el dióxido de carbono está presente en nuestra atmósfera, proveniente de la respiración de los animales y erupciones volcánicas. Sin embargo desde la Revolución Industrial, actividades como la tala indiscriminada de árboles, cambios en el uso de la tierra, y el uso de combustibles fósiles para la producción de energía, han llevado a que los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera se incrementen significativamente, de 280 partes por millón a 379 partes por millón. Esto es preocupante, ya que el CO2 es un gas que causa el efecto invernadero, dado que no reacciona ante los cambios que ocasiona y permanece en la atmósfera de manera casi-permanente. 

Metano

Es un hidrocarburo que se produce naturalmente y también como resultado de actividades humanas; como el proceso de descomposición de basuras, agricultura (especialmente el cultivo de arroz), digestión de animales rumiantes y manejo de estiércol de ganado. En términos de los efectos sobre la atmósfera, el metano es más activo que el dióxido de carbono, sin embargo, las concentraciones de metano son mucho menores, y por tanto menos preocupantes que las de CO2.

Óxido nitroso (N2O)

Este es uno de los gases que más contribuye al calentamiento global. La fertilización artificial de la tierra, la combustión de combustibles fósiles, la producción de ácido nítrico y la quema de biomasa son la fuente principal de las emisiones de óxido nitroso a nivel mundial.

Clorofluorocarbonos (CFC)

Son compuestos sintéticos que resultan de diversos procesos industriales. Hoy en día su producción y emisión ha sido altamente limitada por medio de acuerdos internacionales puesto que se comprobó que los CFCs, además de causar el efecto invernadero, también contribuían al deterioro de la capa de ozono. Sin importar dónde tomen lugar las actividades que incrementan los niveles de gases de efecto invernadero todos nos vemos afectados por los efectos que estos tienen sobre el clima mundial.